jueves, 29 de enero de 2015

Esa maldita falange


A los 17 años, Tony Iommi pensó en dejar la música luego de que una máquina le volara la falange del índice de la mano derecha, mientras trabajaba en una fundición en su ciudad natal Birmingham. Ese aciago día también perdió parte del dedo anular, por lo que sus posibilidades de seguir tocando la guitarra se esfumaron casi por completo.

Casi, digo, porque en lugar de mandar todo a la mierda, encerrarse entre cuatro paredes y creer que la vida ya no tenía sentido, el buen Tony levantó vuelo e hizo que esa falange desaparecida y luego reemplazada por una prótesis señalara el derrotero del heavy metal.

¡Había nacido un mito viviente (y él no lo sabía)!

En homenaje a esa porción maldita de dedo cercenado nace "La falange de Tony", un sitio dedicado no solo a hablar del legendario guitarrista de Black Sabbath, sino de aquellos músicos y bandas que formaron parte (muchos siguen haciéndolo) de la gran falange del rock desde los años cincuenta y sesenta hasta la actualidad.

¡Bienvenidos... y qué viva el rock carajoooo!

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