Para 1970, el cuarteto londinense había publicado sus dos primeros álbumes: Led Zeppelin I y II, los cuales ya rompían tímpanos tanto en Europa como en Estados Unidos.
(Haz click y escucha un par de joyas pertenecientes a esos discos: Communication Breakdown y Ramble on).
(Haz click y escucha un par de joyas pertenecientes a esos discos: Communication Breakdown y Ramble on).
A medida que la popularidad de la banda aumentaba, su fama de escandalosa fuera del escenario también crecía como la espuma, llegando a ocupar grandes titulares de los diarios de las ciudades que visitaba.
Habitaciones de hoteles
destrozadas, carreras de motos por los pasillos, mares de alcohol y drogas, fiestas orgiásticas interminables, son solo algunas muestras de lo desenfrenados que andaban
en esos días Page y compañía. Y nadie podía pararlos. A esas alturas, los
cuatro representaban la cara inversa del tradicional británico flemático y equilibrado.
Pero fue en Copenhague (Dinamarca) en donde el grupo
encontraría un escollo difícil de sortear: la baronesa Eva von Zeppelin, sobrina
del alemán Ferdinand von Zeppelin, un respetable y acaudalado herr que inventó el dirigible y cuyo apellido
inspiró a la banda a bautizarse con ese nombre.
(En realidad fue
el batero de The Who, Keith Moon, quien sugirió el nombre a Jimmy Page…
pero esa es otra historia).
Lo cierto es que las hostilidades entre la elegante dama
y los, por ese entonces, revoltosos rock stars habían empezado en 1969. La
millonaria estaba furiosa de que una banda de rock haya tenido el desparpajo de
tomar su apellido para hacer “esa música”.
Con ustedes, la baronesa. |
“Podrán ser mundialmente famosos, pero un par de monos
chillones no podrán usar un apellido respetable sin permiso”, bramó la
ricachona. Su indignación fue tal que intentó boicotear una presentación del
grupo en la TV danesa, amenaza que finalmente no se concretó.
Al año siguiente, el cuarteto llegó a la riviera danesa para
ofrecer un concierto. Con el mejor ánimo para llevar la fiesta en paz, el grupo decidió
invitar a la señora von Zeppelin a un ensayo para tomar el té y demostrarle que
ellos eran unos angelitos respetuosos y no unas lacras melenudas.
Tras el encuentro, Eva quedó casi convencida de su equivocación al prejuzgar a los rockeros; sin embargo, poco duró el
romance, pues al salir del estudio observó la portada del primer álbum con el dirigible Hindenburg en llamas, lo que motivó que su
furia volviera y hasta amenazó con demandarlos judicialmente por uso indebido
de su apellido.
Y bueno, como Page, Plant, Bonham y Jones, andaban de
juerga y querían seguir pasándola bien, optaron primero por cambiarse a “Ned
Zeppelin”, pero al final se quedaron con el tan ambiguo como absurdo nombre de
“The Nobs”.
¿Por qué Nobs? No se sabe la razón exacta, pero
tres hipótesis calzan con el contexto de ese entonces:
2. “nob” era el apellido de uno de los promotores del
grupo: Claude Nobs y
3. “nob” alude a una persona rica y de alta posición social (tal cual la señora von Zeppelin).
La noche del show y tras el rebautizo, Eva hizo mutis, el grupo dejó atrás el
incidente y salió sin inconvenientes al escenario del K.B. Hallen Centre de la
capital danesa.
El set list incluyó temas habituales de su gira europea como “Dazed and Confused”, “Heartbreaker”, “Whole lotta love”, poniendo punto final con una versión particular de “Long tall Sally”.
El set list incluyó temas habituales de su gira europea como “Dazed and Confused”, “Heartbreaker”, “Whole lotta love”, poniendo punto final con una versión particular de “Long tall Sally”.
Led Zeppelin guarda un buen recuerdo de Eva en un bootleg
al que denominaron “Dancing with snow queen”, dedicado a la noble pero gruñona dama.
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